Josep Vallés Herrero. CEESC, 2 octubre de 2022
Este año es especial porque es el 10º de una iniciativa que empezó en 2013 con el objetivo de hacer oír las diversas voces de la Educación Social y que ha ido caminando, año tras año con diferentes propuestas, agrupando voces de diferentes profesionales orquestados por el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña (CEESC) para conmemorar el Día Internacional de la EducaciónSocial.
“Instrúyanse, porque
necesitamos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque
necesitamos de toda nuestra fuerza.”
Gramsci. Retrato de 1922 (Wikipedia) |
Y desde el Carnaval de Blogs reflexionaré, modestamente, en
este formato de artículo de blog, en torno a la organización en nuestra
profesión respondiendo a cuatro preguntas:
Como educadores y educadores sociales, ¿nos comprometemos suficientemente con nuestra profesión?
Quizás como colectivo detectamos un poco de pereza en el compromiso social y de
aportaciones por escrito que construyan un corpus más consistente teórico,
construido desde la praxis. No obstante en la última década constatamos un
mayor compromiso que se ve reflejado en las publicaciones recogidas por Eduso, el portal de la
Educación Social, o en la Revista Res, Revista de Educación Social editados ambos por el Consejo General de
Colegios de Educadoras y Educadores Sociales (CGCEES), Quaderns d’Educació Social del CEESC o la revista
Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria editada por la Sociedad
Iberoamericana de Pedagogía Social (SIPS). Esto permite que haya más
publicaciones, e incluso selecciones de textos sobre Educación Social, como la
que hizo Dixit
en 2014 sobre contenidos de Educación Social, o que el propio CEESC merezca un
inventario de autores
en Dialnet o que el catálogo internacional Wordlcat contenga 21 de sus publicaciones
entre 1998 y 2021[i]. Ese
compromiso, como dice Gramsci[ii]
tiene una parte física, de autoexigencia que significa un esfuerzo para
contribuir al bien común y en donde la Universidad es una aliada situada en un
nivel complementario de esa generación de conocimiento y publicaciones, que se
alimentan de la praxis y del esfuerzo de los educadores y educadoras sociales
que, con nuestras prácticas, nutrimos la profesión. La alianza universitaria es
más constatable en los últimos 30 años en los que la profesión de Educación
Social en España se estudia en las universidades.
Fue Lawrence Stenhouse (1926 – 1982), el gran pedagogo
británico del siglo XX, el que dedicó su carrera a teorizar y
sistematizar la concepción del currículum emancipador y a defender la
investigación de los docentes como elemento fundamental en la mejora de la
praxis. Esa idea, que el docente debería ser autónomo y libre, me gusta pensarla posible también para el educador y la educadora. Debemos tener claros nuestros propósitos y siempre ser guiados por el conocimiento. Estos elementos son articulados en la práctica para dar paso a lo que se conoce como investigación – acción.
¿Hasta qué punto
debemos involucrarnos por los retos de futuro que se nos plantean como
profesión? Nuestra profesión se
generó para atender a las necesidades de personas - vulnerables (niños y niñas del sistema
público de protección y también del de
reforma, mendigos, drogadictos, mujeres maltratadas, ancianos, inmigrantes,…)-.
Somos una profesión con marcada voluntad
de servicio público y debemos estar atentos a nuevas problemáticas que vayan
surgiendo de la globalización, del cambio climático o de situaciones de nueva
pobreza, y adaptarnos al territorio en el que ejerzamos nuestra intervención
buscando coaliciones con otras profesiones, con organizaciones políticas y
sindicales y agentes sociales.
Quisiera, como manifesté con motivo de los 25 años del CEESC, que el colectivo tuviera en cuenta 3 ejes profesionalizadores: 1º. Continuar trabajando con personas vulnerables, reconociendo nuestra propia vulnerabilidad y fragilidad; 2º. Hacerlo a través de crear vínculos profesionales con nuestros beneficiarios y la comunidad, y 3 º. Ser unos profesionales con clara voluntad de servicio público y buscar alianzas con los educadores sociales de otros países y las universidades con unos colegios profesionales con una participación masiva del colectivo. Después de leer y reflexionar sobre las voces de mis compañeros y compañeras, reconozco que también debemos ampliar la mirada de la Educación Social a toda la ciudadanía, al Estado del Bienestar en todas sus secuencias como manifestaron, por ejemplo, Araceli Lázaro o Carlos Sánchez-Valverde, más allá de nuestros orígenes profesionales históricos. Por ejemplo la educación ambiental y el cambio climático, de gran repercusión en nuestro Delta del Ebro.
Salida del sol sobre la Torre de San Juan. Bahía de los Alfacs Autor: Emilio Sánchez-Lluis |
¿Debemos realizar nuestras luchas y los retos de las personas más desfavorecidas y de los grupos oprimidos? Nuestras luchas son fijándonos en los vulnerables, pero también de posicionamiento profesional (estabilidad profesional, dignidad en los sueldos, y reconocimiento institucional mediante una Ley de la Educación Social. No podremos ayudar bien a los oprimidos sin esas garantías profesionales ya que estaremos despistados por cierta inestabilidad personal en lo que se refiere a lo profesional. Gramsci recogió sus ideas en prisión, escribió 30 libretas de historia y análisis conocidos como Los cuadernos de la cárcel (Quaderni del carcere), que incluyen su recuento de la historia italiana y el nacionalismo, así como ideas sobre teoría marxista, teoría educativa y de crítica. Lo importante para Gramsci es ayudar a formar con grandes dosis de entusiasmo e implicación por el trabajo, más que a instruir y que las personas que pueden formar parte, en algún momento de su vida, de grupos oprimidos, se organicen para defender sus derechos de una manera participativa, pacífica y democrática.
Barraca de Quícolis (Freginals). Autor: Emilio Sánchez-Lluis |
No solo las masas oprimidas las considera industriales, como hizo Marx, ya que era del Sur de Italia de marcado componente agrario y pensaba que también esos campesinos necesitaban de esa cultura y pensamiento crítico. Gramsci se volvió a poner de moda en los años 70 y sus influencias quedaron como un destacado pensador marxista crítico y en donde las personas ocupaban un lugar importante en sus ideas.
Para todo ello la formación en la cultura y que se ayude al
pensamiento crítico de las personas, según Gramsci es un elemento básico para
transformar estructuras de reproducción social de las injusticias. Un análisis
parecido al papel de reproducción que ejerce la escuela en la reproducción del statuts quo lo hicieron posteriormente,
de forma más sociológica, en Francia, Passeron y Bourdieu[iii].
Aunque mientras Gramsci considera la actividad práctica como una oportunidad de
transformación colectiva del mundo como la base del buen sentido,
potencialmente conducente a la conciencia de clase, Bourdieu ve en la actividad
práctica su opuesto, es decir, inconsciencia de clase y aceptación del mundo
como es.[iv]
Para Gramsci se debe trabajar la parte intelectual incluso en los trabajos más
manuales para poder conseguir ese empoderamiento de todas las personas. Añado
que esa formación crítica debe servir para no caer en populismos políticos que
busquen soluciones simples a problemas complejos y fomentar alianzas y
convivencias pacíficas entre las personas y entre las naciones basadas en
principios democráticos de participación y en la legislación que se derive y
que facilite abordar esos retos.
¿Por qué es
importante organizarse? La organización de las personas es la que nos da la
fuerza para las diferentes reivindicaciones sindicales, políticas y
profesionales.
Imagen de freepik |
Recientemente hemos tenido cierto éxito a través del CEESC en la incorporación de educadores/as sociales en las escuelas y en centros de salud mental. Otros ejemplos, en mi reciente época de vocal de la situación laboral y socioprofesional del CGCEES conseguimos hacernos oír por los principales sindicatos estatales, CCOO y UGT, para regular la educación social y conseguir intervenciones de calidad y reconocidas ampliamente en los Servicios Públicos. Por eso es importante que existan educadoras y educadores sociales colegiados/as, y en esas organizaciones, para afrontar los retos de presente y del futuro, dentro de las coordenadas de los Derechos Humanos reconocidos por las Naciones Unidas y afrontando retos actuales como la educación ambiental o la educación para la Paz, que son importantes para el bienestar de nuestras sociedades democráticas tal como manifestó recientemente el Dr. Federico Mayor Zaragoza en la inauguración del VIII Congreso de Educación Social. Y que mejor colofón que una conocida expresión de Gramsci, que decía que había que afrontar el pesimismo de la inteligencia con el optimismo de la voluntad: Il pessimismo dell'intelligenza, e l’ottimismo della volontà.
[i] http://worldcat.org/identities/viaf-142987386/
[ii] Laso,
J.M.(1991) LAS IDEAS PEDAGÓGICAS DE ANTONIO GRAMSCI . En SIGNOS TEORIA Y
PRACTICA DE LA EDUCACIÓN, Número 4,
Página 4/11 . Julio - Diciembre 1991.
ISSN 1131-8600. También es
interesante leer sus escritos traducidos en: Sacristan, M. (1987). ANTONIO
GRAMSCI: ANTOLOGIA (10a. ed.). MEXICO: SIGLO XXI.
[iii] Desarrollan
dos conceptos: la arbitrariedad cultural, que impone como saberes valiosos para
todos, los propios de la cultura dominante; y la violencia simbólica, para
tratar de controlar a quienes piensan diferente, a través de la autoridad
pedagógica, que se usa para imponer o inculcar esos valores arbitrariamente
impuestos como objetivos y que los estudiantes incorporan como “habitus”
propios de un buen ciudadano, de modo acrítico, sin siquiera percibir esa
violencia. En https://educacion.laguia2000.com/general/la-reproduccion-segun-bourdieu-y-passeron
[iv]Michael Burawoy (University of
California, Berkeley. International Sociological Association) La
dominación cultural, un encuentro entre Gramsci y Bourdieu. Gazeta de
Antropología, 2014, 30 (1), artículo 14 · http://www.gazeta-antropologia.es/?p=4515.