Acabo de leer el libro de la profesora de la UNED, María Senra y de nuestro compañero en el CEESC, Josep Vallés, "Compendio conceptual de la Educación Social". Es una obra de consulta con una amplia revisión actualizada de conceptos y términos que forman parte de nuestro lenguaje y de la documentación especializada que configura la terminología propia de la educación social, estos conceptos que definen nuestra práctica cotidiana que está llena de palabras que existen y se mueven en los ambientes profesionales del educador.
Esta lectura me ha llevado a reflexionar sobre la formación: formar educadores sociales y ser formado como educador social. ¿Cómo manifiesta la literatura especializada "la formación es un proceso creativo conjunto entre los sujetos que interaccionan y que lo hacen de forma más o menos intencional". Pero para formar educadores sociales no podemos hablar de un proceso unidireccional, de un saco de conocimientos, de saber y de verdades, (la formación de los educadores sociales, es más cercana de la "co-construcción", de compartir, de puesta en común, de acompañamiento, de crecimiento y de proyecto, también de reflexión sobre las realidades y los elementos relevantes educativos de nuestro día a día. El trayecto de formación acerca a los que empezaron siendo formadores a los que habían de ser formados, convirtiendo el trayecto en un proceso conjunto de crecimiento.
Por tanto, la formación universitaria del educador social, para alcanzar su objetivo, debe dar respuesta, de un lado, los contenidos teóricos, metodológicos y organizativos que le son propios, y de otra, a todo un conjunto de conocimientos técnicos, estratégicos, prácticos y también valorativos que deben garantizar el desarrollo de una serie de capacidades, actitudes y aptitudes que todo educador debe ejercer en el campo de la relación interpersonal. Conseguir todo esto supone incluir la práctica, y la reflexión sobre la misma, como otro elemento de la formación del educador social, elemento que, entre otros aspectos, permite la toma de contacto con los recursos y las diversas realidades socioeducativas, y posibilita el contraste de la realidad observada y vivida con los conocimientos teóricos y técnicos adquiridos.
Este libro con más de quinientos términos recoge una amplia revisión bibliográfica sobre conceptos comunes y cotidianos que se encuentran en el lenguaje verbal y escrito del educador social, y es un buen instrumento de apoyo a la hora de implementar nuestro lenguaje profesional y nuestra práctica cotidiana, así como también una buena herramienta para estudiantes, profesores y profesionales del mundo social ya que con la claridad en lo que están expuestos los términos facilita mucho la clarificación conceptual y los procesos de reflexión sobre nuestra práctica, indispensables en nuestra profesión.
Jordi Joaquim Esteve
Educador social y expresidente del CEESC -Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña- en Tarragona.
Presentamos ahora, en versión castellana, la reseña que nos hizo Jordi Joaquim en la revista "Full Informatiu del CEESC", núm. 56, de marzo de 2011 - del libro "Compendio conceptual de la Educación Social", Madrid: Pirámide, año 2010. Joaquim resalta, desde su perfil profesional, la importancia, en procesos formativos del educador social, de buscar y contrastar significados consensuados en las intervenciones. El motivo ahora, de reeditar para este blog, la reseña, es para motivar la lectura y , especialmente, la consulta de este libro que se ha incluido como libro recomendado en varias asignaturas de la UNED. y de otras universidades españolas.